Nuevo golpe contra los locales de ocio nocturno problemticos en Puente de Vallecas para el sosiego y descanso de sus vecinos. Tras la clausura de cinco establecimientos irregulares este pasado marzo, ahora son tres los que se han visto obligados a cesar su actividad en el distrito: Mixers VIP, en la calle Santa Alicia, 25; Fire Bar & Lounge, en la calle Martnez de la Riva, 11; y Jake Mate, en la calle Tajos Altos, 8.
Respecto a Mixers VIP, sus residentes cercanos llevaban tiempo denunciando que su clientela originaba, en sus inmediaciones, conflictos al ir con “un elevado estado de embriaguez“. Por ello, agentes de Polica Municipal, en colaboracin con otras reas del Ayuntamiento de Madrid, llevaron a cabo una serie inspecciones.
“Dentro se encontraron a chicas menores, el controlador de la puerta de acceso tena una identificacin falsa…”, cuentan a este diario desde la Junta de Distrito de Puente de Vallecas.
Por su parte, Jake Mate, que anteriormente haba operado bajo otros nombres y otros estilos musicales, comenz a generar ms inconvenientes “cuando se transform en un lugar de ambiente dominicano“. “Siempre que fuimos superaban el aforo de riesgo, es decir, que haba ms clientes dentro que la capacidad de evacuacin que tiene el local. Esto es una infraccin muy grave de la Ley Espectculos Pblicos y Actividades Recreativas”, apuntan las mismas fuentes de la Junta del Distrito, agregando que tambin “transmita niveles sonoros muy altos a las viviendas colindantes, lo que supone un incumplimiento de la Ordenanza de la Proteccin Acstica y Trmica porque se considera un riesgo grave para la salud de las personas”.
Bien lo saben vecinas como Sara, que junto al resto de residentes confiesan haber vivido dos aos de “autntico infierno”. Cuando las restricciones por la pandemia amainaron, la problemtica se dispar. Y no slo por el ruido que provena de este antro, tambin por los usuarios que lo frecuentaban, dicen.
“Una vecina no aguant ms y se tuvo que ir de su casa. Y otra, que vive justo encima de la discoteca, dej su habitacin y llevaba dos aos intentando dormir en su sof, salvo los lunes que eran los das que cerraba… Tras el cierre, con lgrimas en los ojos, nos dijo que por fin haba podido dormir del tirn“, cuenta Sara, a quien ahora se le hace raro estar con el volumen del televisor al ocho, cuando se ha pasado mucho tiempo ponindolo al 30 “para poder or algo”.
“A nosotros nos temblaba el cabecero de la cama… Mi novio tuvo que recurrir a ansiolticos, al tranxilium. Ha sido un infierno. Y lo peor es que nos estbamos volviendo locos sin darnos cuenta… Pensamos de todo, hasta vender el piso. Nos habamos olvidado de lo que era el silencio, por eso nos sorprende tanto esta sensacin, ahora no se escucha nada”, apunta Sara, quien por su ventana observa ahora a “nios jugando en la calle”. Y concluye: “Antes nos asombamos y slo haba yonquis drogndose. Tambin movimientos sospechosos de patinetes a horas inusuales. Ahora todos han desaparecido desde que cerraron estas discotecas”.
Otro residente prximo cuenta que, adems, a orillas del Jake Mate acuda una mujer que “venda bocatas y comida en la puerta”. “Tenan bebida y picoteo ah, no necesitaban moverse. Haban hecho la calle suya… daba autntico pnico pasar por ah de noche. Me daba vergenza invitar a amigos a que vinieran a mi casa”, evoca, admitiendo que tuvo que recurrir “a los lexatines” ya que le era complicado calmar su “elevado estado de ansiedad” fruto de los altos ruidos.
Con ocho establecimientos ya clausurados, desde la Junta de Distrito de Puente de Vallecas avanzan a este diario que, prximamente, se va a continuar con el plan de regularizacin del ocio nocturno y se prevn nuevos cierres. Asimismo, algunos de los locales ya cerrados estn tratando de revertir su situacin. Es el caso de FlowRD, en la calle Carlos Martn lvarez, que ya “est intentando tramitar una nueva licencia”. Por su parte, Luxury Hookah Lounge, en la calle Pea Gorbea, 14, acumula a sus puertas una ingente cantidad de escombros y materiales de obras ya que, segn dicen sus vecinos, “continan haciendo reformas para intentar adecuarse a la normativa” y volver a abrir sus puertas.