Sin duda, las medidas tomadas por el Gobierno de Javier Milei tendientes a desregular las importaciones parecen estar haciendo efecto en el mercado automotor argentino. Es que hasta finales del año pasado, las trabas a la economía –estaban vigentes las nefastas DJAI (declaración jurada anticipada de importación), había imposibilidad de girar divisas al exterior, se registraban demoras en los pagos, etcétera– hicieron que los autos nacionales se quedaran con el papel principal, en un fenómeno basado fundamentalmente en la disponibilidad y el volumen de modelos producidos en el país.
Y esto se evidencia en las estadísticas. Según el último informe de la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA), entre enero y julio se patentaron 226.318 vehículos nuevos; de esos, el 42% (poco más de 95.000) fueron importados. Si estos números se comparan con los del mismo período del año pasado, se nota una suba del 7%, con un avance de modelos provenientes de México, China, y, especialmente, Brasil, que acapara el 33% de la oferta.
Estos números indican una reversión en la curva que se había iniciado hacia mediados de 2021, cuando los patentamientos de unidades vernáculas fueron prácticamente iguales a los de importados, y que tocaron un pico en octubre de 2023, cuando los locales alcanzaron el 66% del total. Desde entonces, el avance fue lento pero constante.
En este contexto, las compañías más beneficiadas son las generalistas, que volvieron a disponer de algunos modelos importados que estaban postergados o discontinuados y que llevaron a que priorizaran los fabricados aquí para tener un flujo de unidades que satisfaga las demandas del público. Así, por ejemplo, en los últimos meses comenzaron a remontar ciertos modelos que históricamente les iba muy bien y que tenían bajas impensadas en otro momento.
Por citar solo algunos ejemplos, Toyota volvió a tener más disponibilidad del Yaris, por lo que el chico se volvió a meter en la discusión entre los coches de entrada de gama. Lo mismo pasa con el sedán Corolla o el Corolla Cross, que hoy es el SUV más vendido del semestre.
Volkswagen también fue beneficiada, ya que además de contar con la pickup Amarok entre las más vendidas, pudo añadir tres modelos arribados de Brasil: el hatchback Polo (en el top ten), el crossover Nivus y el SUV T-Cross, todos del B.
Otra es Fiat, que aumentó la cantidad de varios de sus vehículos (Toro, Fastback, Pulse, Strada) y que llevó a la firma italiana a que hace apenas unas semanas vuelva a poner en el mercado su citycar MOBI (por el momento solo en formato de plan de ahorro).
Y una más: Jeep también pudo mejorar la performance de dos de sus ejemplares más renombrados, Renegade (supo liderar entre los B) y Compass, y así acrecentar el proporcional en el market share.
Paralelamente, esta flexibilización de las normas permitió que varios importadores también pudieran tener un poco más de flujo de unidades y, por consiguiente, mayor participación en el mercado.
Y sacando las automotrices premium (que por el tipo de negocio tiene una dinámica particular), las grandes protagonistas parecen ser las firmas chinas. Actualmente, son 17 las que comercializan sus vehículos aquí (entre autos de pasajeros, utilitarios y camiones) y se espera que en los próximos meses se sumen por lo menos tres o cuatro más.
El Grupo CarOne representa varias terminales de ese origen, entre ellas Haval (experta en sport utility y una de las principales productoras de ese país) y Great Wall (dedicada a las pickups). Hoy ofrece sus modelos H6 y Jolion de Haval, mientras que de la camioneta están la Poer Luxury, Wingle 7 y Poer Elite, presentada hace unos meses y que es su entrada de gama.
Desde el grupo aseguraron que pronto entrarán varias actualizaciones de estos modelos y sumarán algunos nombres a su cartera, uno de las cuales es Tank, dedicada a los vehículos off-road de altísima calidad y cuyo modelo 300 se encuentra en proceso de homologación. Asimismo, Great Wall comenzará a montar modelos en la planta que tenía Mercedes-Benz en Brasil y que fue adquirida por el consorcio chino.
BAIC es representada por el Grupo Belcastro (también a cargo de Alfa Romeo y Ferrari). En Asia, es una de las referentes del mercado de los SUV, no solo por los volúmenes de ventas que maneja, sino porque es la encargada de producir los Mercedes-Benz y Jeep que se comercializan allí. Como parte de su estrategia de expansión, este año lanzó varios de sus vehículos referentes, como el X55 II, el X35 y el imponente BJ40. Y en carpeta tiene varios modelos más, como el enorme todoterreno BJ80 y el EU5, un EV cuya presentación es prácticamente inmediata.
También del mismo importador aparece una de las últimas marcas del gigante asiático que arribaron a la Argentina, Skywell, con una estrategia de precios muy agresiva y con un sport utility que es realmente sorprendente y que tiene la particularidad de ser 100% eléctrico, el ET5.
Chery, perteneciente al Grupo Socma, fue la primera de las chinas en aterrizar en nuestro suelo hace más de 15 años. Hoy cuenta con una portfolio compuesta completamente por su línea de SUV Tiggo. Ahí hallamos el “buque insignia”, que es el 8 Pro, seguido hacia abajo por el 4 Pro y por el 2 Pro, que pertenece al segmento B-. Otra de las marcas de Socma es JAC, que, según adelantaron, para 2025 y si se mantienen las proyecciones traerá el JS8 Pro, con tres hileras de asientos.
Tras haber desembarcado aquí con una serie de vehículos comerciales livianos, DFSK decidió este año incursionar en el segmento de los SUV. De la mano del Grupo Corven, lo hizo con uno de sus modelos más emblemáticos, el Glory 580, un sport utility para el segmento C de 7 plazas y una ecuación precio-producto muy competitiva. Según planean desde DFSK, este lanzamiento serviría para ir agregando variantes a su portafolio en los próximos meses.
Jetour y FAW son firmas que forman parte del grupo Famly, que además tiene otras de comerciales ultralivianos. Respecto de la primera, la semana que viene presentará la renovación del X70, su sport utility del segmento C, mientras que la restante comercializa el B-SUV T33.
Entre las que van a llegar aparecen Omoda, Jaecoo, y, sin duda, BYD, que está comenzando a ensamblar en Brasil y cuyo arribo por aquí se rumorea es inminente.
Tras algunos años con poquísimas primicias, este año parece indicar el renacer de varias marcas japonesas en nuestro país.
Por caso, Subaru (representada por su importador oficial Inchcape), presentó en las últimas dos semanas uno de sus modelos icónicos y un nuevo SUV: se trata de la sexta generación de la berlina deportiva WRX, y la cuarta del Crosstrek, un crossover para el segmento C que reemplaza al famoso XV. En tanto, desde la compañía tienen en estudio si el año próximo realizarán nuevas presentaciones tanto de la automotriz de las estrellas como de Suzuki.
Mitsubishi (también de CarOne) está comercializando las últimas unidades de esta generación de la camioneta mediana L200, y se aguardan el nuevo Outlander (un SUV mediano muy equipado y lujoso) y también el restyling de esa chata. De igual forma, no descartan que puedan llegar otros modelos.
También bastante castigadas por los cupos a las importaciones, las marcas surcoreanas tuvieron varios años de retroceso en cuanto a presencia. Sin embargo, nunca dejaron de ofrecer sus productos y de intentar estar al día con las novedades.
Por caso, en los últimos tiempos Kia actualizó el sedán Seltos y el SUV Sportage, y aguardan que llegue la renovación de otro de sus sport utility, el Sorento.
Su “prima hermana” Hyundai espera traer los nuevos Tucson y Santa Fe para adicionarlos a los ya disponibles Creta y Kona (dentro de los SUV).
