La artista que ensalza la belleza imperfecta con sus esculturas en la calle: “Que el arte se sofistique es un error, antes ibas al Vips y tenían pinturas y libros para los niños”

Con una vida dedicada a la escultura a sus espaldas, Aurora Cañero (84) cree tener la clave sobre ese eterno dilema que aletea sobre las cabezas de los artesanos y se posa en...

Actualizado Martes,
3
septiembre
2024

23:56

Con una vida dedicada a la escultura a sus espaldas, Aurora Caero (84) cree tener la clave sobre ese eterno dilema que aletea sobre las cabezas de los artesanos y se posa en tierra de nadie: si el talento es algo intrnseco con lo que se nace o si se puede desarrollar entrenndolo con tiempo. “El artista se hace, desde luego, y tambin nace. Nios que no tienen nada son capaces de crear algo con cualquier cosa, porque todo reposa en la imaginacin, y es muy importante que se fomente desde bien pequeos. Es muy divertido ver los dibujos de los pequeos porque son alucinantes, es algo tan genial que ahora podras ponerlo en una exposicin y te podran decir que es de un artista de estos muy modernos de ahora”.

La escultora, que naci en una Madrid de posguerra, personifica a aquellos nios que llegaron con las manos vacas, pero con ganas de comerse el mundo. Ella, ya en su infancia, supo que su vida deba ser una sucesin de colores vivos y trazos y formas irregulares, en una explosin de creatividad. “De nia viva con mis abuelos y l nos regalaba tanto a mis hermanas como a m lpices de colores, algunos mitad rojo y mitad azul y los famosos Alpino, y yo pintaba y dibujaba como si no hubiese un maana, porque era lo ms divertido, no haba nada ms que la radio que oan los mayores y algn que otro cuento que tambin sonaba en la radio. Me fijaba mucho en la gente a la hora de dibujar y pintaba a las mujeres como las seoronas que eran, luciendo la moda de los 40: las uas largas y pintadas, bolsos de corazn, sombreros, plumas, trajes, chaquetas… An guardo esos lpices”.

Esa devocin por las personas y su figura que labr desde pequea se refleja en su arte ms adulto. “El barro, los esmaltes, el fuego… Todo eso es muy atractivo. Me inscrib a la escuela de cermica y fue mi primer contacto real con ese mundo. Estuve cuatro o cinco aos y decid que quera modelar, le haba cogido un gusto especial al barro. Me di cuenta de que tena que investigar yo sola y elegir una ruta, no estar pendiente de una clase. Mancharte las manos. Y empec a crear”, abunda Aurora.

Formada en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y profesora de modelado en la Escuela de Cermica de la Moncloa durante ms de 40 aos, en sus obras refleja el amor por el defecto. En una oda a las lneas de expresin, lo que rompe con el canon, o en sntesis: a lo natural. “El cuerpo me fascina, creo que es maravilloso interpretarlo, no de un modo muy clsico, porque s, sino realista, pero no perfecto. Cuido mucho el gesto para transmitir una actitud o lo distintivo, que cada figura tenga su mundo”.

En una poca en la que cumplir con el canon de belleza parece un mandamiento, mientras se busca un ideal inalcanzable, localizar el encanto en lo imperfecto es una disciplina necesaria. “Sin embargo, hay cosas que son muy atractivas en un ser humano. Hombres y mujeres, que no son cannicamente guapos, tienen ese algo imposible de explicar que las convierte en personas muy atractivas, pero a su manera. Aunque la belleza propiamente dicha es tambin muy admirable, pero tal vez me guste menos, no s”, explica la artista.

Despus de haber recorrido el planeta haciendo resonar su nombre, donde destaca Pars como su lugar predilecto, su nueva obra, Cuerpo Solo, refleja sus dudas y anhelos en ocho figuras dinmicas y de tamao natural. Hasta julio, engalanaron las calles de Ortega y Gasset durante el Madrid Luxury Art, como un regalo a ese pblico que le “impone” entrar en galeras. “El arte debe tocarse. Se tiene que acercar a la gente porque es verdad que esos espacios, aunque me encantan, intimidan a cualquiera. El arte es de todos y para todos, pero s es verdad que se ha sofisticado, cosa que me parece un error garrafal. Antes ibas al restaurante Vips, por ejemplo, y haba pinturas y libros para los nios, ahora ya no, qu error” sostiene Aurora, evocando a su nia de los lpices Alpino.

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