Revuelta vecinal contra las discotecas irregulares de Vallecas: “El barrio se está convirtiendo en un guetto”

"Te daban ganas de morirte. O de irte muy lejos. Nadie sabe lo que es aguantar, noche tras noche, ruidos, gritos y reyertas... Era inhumano". Golpe contundente contra el...

“Te daban ganas de morirte. O de irte muy lejos. Nadie sabe lo que es aguantar, noche tras noche, ruidos, gritos y reyertas… Era inhumano”.

Golpe contundente contra el ocio nocturno irregular gracias a las protestas y el clamor vecinal en Puente de Vallecas. Con la llegada de ngel Nio como concejal presidente a este distrito, una avalancha de peticiones y quejas volvieron a amontonarse sobre su mesa. Residentes que, hartos de un problema perenne, le trasladaban su preocupacin y la alarma que les supona “no poder descansar” debido al ruido y al ambiente que generaban ciertas discotecas.

Tras identificar la problemtica se comenz, en septiembre de 2023, a trabajar con la Agencia de Actividades y Polica Municipal para revisar el cumplimiento de licencias, aforos, horarios, niveles sonoros… En total han sido cerrados cinco locales, tal y como cuentan a este diario desde el Ayuntamiento de Madrid: Paris Sisha Lounge (C/ Monte Perdido, 69); Luxury Hookah Lounge (C/ Pea Gorbea, 14); FlowRD (C/ Carlos Martn lvarez, 62); D’Urban Bar (C/ Martnez de la Riva, 50); y El Bochinche (Pea Gorbea, 5).

La discoteca FlowRD, ayer, cerrada tras ser precintada.

La discoteca FlowRD, ayer, cerrada tras ser precintada.F. DAZ DE VIVAR

A este quinteto de ceses se suma la paralizacin de las obras no sujetas a licencia de otro establecimiento que estaba preparndose para abrir al pblico. Pero todos stos no sern, muy previsiblemente, los nicos en bajar la persiana. Segn ha podido conocer EL MUNDO, hasta 14 nuevos locales podran finalizar su actividad prximamente.

La idea es “seguir haciendo una regularizacin de los locales de Vallecas”, aunque no ser fcil. A algunos de ellos les persigue un aura de violencia al tener, entre sus clientes, a miembros de las llamadas bandas latinas. Segn los residentes, los asistentes a estos pubs, la mayora de Sudamrica y Centroamrica, convierten en suyas las inmediaciones cuando cae la noche. “Vallecas se est convirtiendo en un guetto. Mira mismamente el Boulevar, antes era una plazuela tranquila, pero la empez a tomar esta gente para hacer botellones y armar jaleo… Se ha echado a perder. Es hasta peligroso“, contaba Ral, quien lleva toda su vida en este barrio.

Un joven, con un machete en una mano y una botella en la otra, se pasea entre estas discotecas buscando a alguien.

Un joven, con un machete en una mano y una botella en la otra, se pasea entre estas discotecas buscando a alguien.E. M.

Al ruido y la falta de descanso, los residentes le suman problemas de convivencia y seguridad. Algunas de estas discotecas aparecen en la hemeroteca, en las pginas de sucesos, por haber visto en sus puertas multitud de trifulcas, algunas con armas de fuego incluidas. Hace pocos meses, en la calle Carlos Martn lvarez -una donde ms peleas, gritos y ruido se producen-, se grababan unos vdeos de una ria entre bandas latinas que se zanj con botellas por los aires, sangre y algn cuerpo, inerte, en el suelo a la espera de la llegada de Emergencias.

Algunas vecinas, como Sara, muestran a este diario otros vdeos que ellas mismas grabaron. En ellos se observa a un joven, con un machete en una mano y una botella en la otra, buscando con vehemencia a alguien. Aunque la peor noche fue aquella en la que escuch un par de disparos: “Me asom a la ventana y all haba una persona, sangrando, en el suelo… No podemos ms. Tenemos tres bares juntos, lo llamamos el tringulo de la muerte“.

Sara tiene la “mala fortuna” de vivir dos pisos por encima de uno de estos locales, y aunque no se le mueven los objetos de las estanteras como a su vecina de abajo -por la vibracin que proviene del garito-, admite no poder ms: “Han convertido Vallecas es una mierda… Nos hemos comprado la casa hace unos aos, pero ya nos estamos planteando venderla. Y nos encanta el barrio, su gente… pero nos estamos empezando a volver locos, con pensamientos que nos dan hasta miedo que se nos pasen por la cabeza. Y todo por no descansar”.

Esta vallecana evoca, adems, los enfrentamientos que ha tenido con los clientes borrachos de estas discotecas. “Nos han tirado hasta botellines a nuestras ventanas…”, cuenta, y todo por recriminarles que no orinasen junto a su portal: “Yo ya no me callo. Les grito que se vayan a mear al bao del local, pero se lo toman a mal… No estn civilizados”.

No es la nica que est pasando este mal trago. Agustina confiesa que le “resulta imposible conciliar el sueo, ni con lexatines“. Y otras, ms beligerantes, fantasean con una solucin ms radical: “Recuerdas las discotecas que se quemaron en Murcia? Pues no me importara que sucediese lo mismo aqu. Sin heridos ni muertes, pero que se acabe este martirio de una vez. Mi marido me dice que vaya cosas digo, pero no puedo ms”.

En Madrid, cualquiera puede iniciar una actividad de este tipo si presenta una declaracin responsable, funcionando desde ese mismo momento hasta que reciba una resolucin, favorable o no, por parte del Ayuntamiento.

Antes, cuando era denegada -lo que conllevaba el cese de actividad-, los dueos lo tenan muy fcil para regatear la legislacin: presentaban otra declaracin responsable con el nombre de un nuevo titular y listo, el cronmetro administrativo volva a cero, quedando el cierre invalidado. Esto generaba una notable frustracin tanto a vecinos como a funcionarios o Polica Municipal.

Ahora se ha modificado la ordenanza y, una vez precintado el local, no podr volver a abrir hasta tener la luz verde por parte del Ayuntamiento de Madrid. “Desde la Junta de Distrito realizamos un seguimiento a todo local de ocio nocturno porque no podemos ni debemos permitir que existan locales que no cumplan las medidas de seguridad ni la proteccin de calidad acstica. Queremos garantizar el descanso vecinal“, remata, a este diario, el concejal ngel Nio.

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